martes, 11 de marzo de 2014

PENSANDO EN LOS DEMÁS. Toshiro Kanamori

José Contreras Domingo, en el Prólogo de Experiencia y Alteridad en Educación, de Carlos Skliar y Jorge Larrosa, nos deja en el aire un deseo, un sueño…

¿Sería posible pensar, expresar, vivir la educación como una experiencia, como un experimentar, sentir y aprender, que no trate solo de “cosas” de “conocimientos”, sino también de nosotros? ¿Experiencias que pongan en juego (que nos pongan en juego desde) la imaginación, la sensibilidad, la relación entre el hacer y el decir, la relación entre las palabras y las cosas, la narración y nuestras historias, la pregunta abierta, el no saber y quedarse pensando, o probando, el quedarse sorprendidos, ensimismados? ¿Sería posible como conversación sin guion, dejándose llevar, abriéndose a lo que cobra sentido, necesidad, libertad? ¿Sería posible sin dar por supuesto quién es y ha de ser cada uno y cada una, y abriendo y explorando posibilidades de ser, sueños de ser, deseos de ser?

En la escuela pública infantil Minami Kodatsuno en Kanazawa, ciudad japonesa de unos ocho mil habitantes, el profesor Toshiro Kanamori inicia el curso escolar diciéndoles a sus alumnos y alumnas de diez años: “El objetivo de este año es ser felices. No tenemos más que una vida y es importante aprovecharla para ser felices”.

“Children full of life” es un documental realizado por Noburu Kaetsu, Junichi Nogami y Naoaki Hinohara, que nos muestra la extraordinaria labor que realiza el profesor Kanamori a lo largo de un curso escolar con su alumnado y que, de alguna manera mágica, hace realidad ese deseo que José Contreras Domingo soñó…



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